miércoles, 3 de octubre de 2007

DISCURSO DE DEFENSA POR EL ASESINATO DE ERATÓSTENES: INTRODUCCIÓN

Este discurso es pronunciado por Eufileto, un labrador ateniense, en el santuario de Apolo, donde se celebraban los juicios contra quienes reconocían haber cometido un homicidio pero, al mismo tiempo, defendían su legalidad.

Eufileto había dado muerte a Eratóstenes, seductor y amante de su esposa, a quien había sorprendido en flagrante delito de adulterio. En estos casos la costumbre era que el esposo hubiera aceptado una indemnización, lo que hizo pensar a los parientes de la víctima que el homicidio había sido por otros móviles. Por esta razón acusan a Eufileto de haber preparado una emboscada contra Eratóstenes, de haberle secuestrado en la calle y de haberle arrastrado a su casa para simular un adulterio. Además le acusan de haber arrancado a Eratóstenes sacrílegamente del hogar en el que se había refugiado dentro de la casa y, por lo tanto, de haber cometido un asesinato, por lo que se pedía para él la pena de muerte y la confiscación de sus bienes.

Eufileto refuta las acusaciones afirmando que sólo ha obedecido las leyes aplicables al caso, que son una de Dracón y otra de Solón, que autorizan al homicidio en caso de adulterio flagrante. Lisias intenta hábilmente reforzar los argumentos y seguramente Eufileto sería absuelto.

Esta obra es considerada una de las más bellas de Lisias: en ella se nos presenta a Eufileto como un hombre flemático, bondadoso y confiado, que habla sobriamente, claramente e incluso con humor. Además Lisias nos ofrece un precioso testimonio de la vida doméstica de la clase media ateniense.

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